Familia

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Dentro de la subfamilia de los Scolytidae (Coleóptera: Curculionoidea) se reúnen a nivel mundial unas 5812 especies, distribuidas en 225 géneros y 25 tribus, éstas a su vez, se agrupan en 2 subfamilias (Hylesininae y Scolytinae) (Wooo & BRIGHT, 1992).

En Europa Central se han contabilizado un total de 100 especies. Las Islas Británicas poseen unas 60 diferentes y, por ejemplo, en España, por diversos factores, como por ejemplo, la calidez de su clima, asciende hasta unas 150 especies diferentes (ZAHRADNIK, 1989). Balachowsky en 1949 contabilizó para nuestro país vecino, es decir, Francia, unas 138 especies, por lo tanto, no es descabellada la cifra que proporcionó Zahradnik en 1989 sobre España unas 150 especies.

En 1986, Gil y Pajares, en una publicación realizada sobre la fauna española, contabilizaron 51 especies específicas de escolítidos que afectan a coníferas. Años posteriores, otros autores contabilizaron las especies de ciertas áreas de la península, como Lombardero en 1994, en un estudio, cita para la fauna de Galicia 48 especies o, otro ejemplo, Riba en 1989, contabilizó en el Valle de Aran 15 especies diferentes. Como se observa, son un género común dentro del territorio peninsular. Los daños producidos por estos insectos pueden ser considerable.

Atendiendo a su fisionomía, son insectos de pequeño tamaño, con forma cilíndrica o semiesférica y constituyen uno de los grupos de coleópteros xilófagos de mayor importancia como plagas de coníferas (JOHNSON y LION, 1991). Como sus principales hábitats son partes de árboles dañados o debilitados, estas especies son consideradas como plagas secundarias cuando no consiguen reunir un número generacional elevado, lo que impide que tengan suficiente influencia para dañar árboles sanos. Pero, toda ésta teoría cambia cuando sus números poblacionales son significativos, en este caso, se convierten en plagas primarias capaces de colonizar árboles sanos (FLAMM et al., 1993).

Como ya se ha hablado anteriormente, son insectos de pequeño tamaño, con un rango de longitud comprendido entre 1 y 10 milímetros. Se caracterizan, entre otros rasgos, por no presentar un rostro desarrollado en comparación con otros curculiónidos. Los artejos de la antena los tienen fusionados, esta estructura le confiere un aspecto de maza.

Se trata de una familia de insectos que se les cataloga como insectos perforadores. Éstos se caracterizan porque durante alguna de las fases de su desarrollo penetran en las cortezas de los árboles y escavan galerías en alguna de sus partes, ya sean yemas y brotes, la madera del sistema radical, troncos y ramas. Pertenecen al grupo de los xilófagos. Dentro de este grupo existe una minoría que perforan el floema, impidiendo el transporte de agua y nutrientes a sus hojas, por lo que se les denomina perforadores subcorticales o floéfagos.

Los perforadores subcorticales son de todos los fitófagos forestales las plagas más peligrosas pues, normalmente, acaban con la vida del árbol en poco tiempo y, además, son de difícil eliminación. Estas plagas, desde su descubrimiento, han ocasionado, a nivel mundial, daños de considerable importancia sobre todo en masas de coníferas. Los escolítidos constituyen la familia más importante de coleópteros perjudiciales de las masas forestales españolas (COBOS SUAREZ, 2010).